jueves, marzo 17, 2005
Offensive behaviour
No pasa por cagarme en el viejo dicho que reza "Puede pasar toda una vida y nunca terminás de conocer a una persona". Pero hace tres días que nos dirigimos la palabra to each other.
No pasa por mi desconfianza innata y mi cintura (molesta, a veces) para esquivar el bulto del chamuyo que supongo barato y repetido ad infinitum por esta clase de gente cuyo mejor chamuyo parece ser alegar que no posee any.
No pasa por divertirme muchísimo con él, o saber que entiende mi gran problema, ese que no puedo resolver sola ni en pedo.
No pasa por no querer explicar que estoy harta de ser un barquito, una veleta, la espontaneidad, lo efímero de mis últimos intentos de relaciones; y que sinceramente no creo que pueda solucionar con su ayuda.
Pasa por la eterna característica, variable constante en todo peneportante que conozco: la ofensa fácil. Porque si de algo me puedo jactar es de ser bastante poco rompebolas en cuanto a demanda se refiere. "¿No podés hoy? No te preocupes, mañana será otro día (con vestido de cortinas incluido)".
Y aun haciéndosela fácil, no poniéndome en bimbo conchuda repressing and demanding and high maintenance, logro, sólo Dios sabe cómo, hacer que se ofenda.
Entonces, qué mierda quieren, carajo! Si les estás encima todo el día, queriendo verlos, se hastían. Si podés prescindir de su compañía (y sólo para el beneficio de SU agenda de actividades), se ofenden.
¿Y si se tocan un rato y liberan endorfinas? El mundo sería un lugar mucho
más feliz.
Tonight's song: Sweet and tender hooligan - The Smiths. Best served with: testosterona en pastilla para muchachos en decadencia.
No pasa por mi desconfianza innata y mi cintura (molesta, a veces) para esquivar el bulto del chamuyo que supongo barato y repetido ad infinitum por esta clase de gente cuyo mejor chamuyo parece ser alegar que no posee any.
No pasa por divertirme muchísimo con él, o saber que entiende mi gran problema, ese que no puedo resolver sola ni en pedo.
No pasa por no querer explicar que estoy harta de ser un barquito, una veleta, la espontaneidad, lo efímero de mis últimos intentos de relaciones; y que sinceramente no creo que pueda solucionar con su ayuda.
Pasa por la eterna característica, variable constante en todo peneportante que conozco: la ofensa fácil. Porque si de algo me puedo jactar es de ser bastante poco rompebolas en cuanto a demanda se refiere. "¿No podés hoy? No te preocupes, mañana será otro día (con vestido de cortinas incluido)".
Y aun haciéndosela fácil, no poniéndome en bimbo conchuda repressing and demanding and high maintenance, logro, sólo Dios sabe cómo, hacer que se ofenda.
Entonces, qué mierda quieren, carajo! Si les estás encima todo el día, queriendo verlos, se hastían. Si podés prescindir de su compañía (y sólo para el beneficio de SU agenda de actividades), se ofenden.
¿Y si se tocan un rato y liberan endorfinas? El mundo sería un lugar mucho
más feliz.
Tonight's song: Sweet and tender hooligan - The Smiths. Best served with: testosterona en pastilla para muchachos en decadencia.