<$BlogRSDUrl$>

martes, agosto 10, 2004

Lo superfluo fluye 

Hoy me estaba cambiando, casi a punto de salir a presentar un superhéroe que tenía que crear (tiene mucha onda, es la arpía evolucionada) cuando me enganché el arito de la panza con un pullover y casi me lo arranco. Profusa sangre, labios violetas, cara blanca, bajón de presión paliado con pastelitos de membrillo y náuseas simultáneas. Esto no puede quedar así, todo inflamado. Después de dos años de lucha, agarré dos pinzas del cuarto de herramientas y en una maniobra digna de Expedición Robinson con Weich siendo devorado por tiburones, me lo saqué. Mucho dolor. Cosquillas hasta la cintura.

Y después me puse a pensar (a veces lo hago, aunque no parezca). Cuánto tiempo me tomó liberarme de lo superfluo. De un aro de mierda que me enganchaba cada dos minutos porque no sé hacer las cosas con suavidad, porque siempre estoy apurada. De una relación de mierda porque me acostumbré a la obsesión y el hecho de volver a verlo sólo hizo que el fuego trillado reavivara, como si le hubiera echado querosén. De una carrera de mierda que aún no termino ni dejo, que aún no me reditúa dinero ni satisfacciones porque para entrar en este puterío hay que saber lamer.

Soy una hija del rigor, sin lugar a dudas.

Tonight's song: Like a virgin - Incubus cover. Best served with: una visita al dermatólogo y ya que está que me diga si corro riesgo de convertirme en una vainilla al corto plazo.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?