sábado, julio 31, 2004
En Falta.
A una le falta azúcar en sangre, va y se compra un Toblerone. Un alfajor de Lemon Pie, o la catarsis perfecta: doce deliciosas barras de chocolate Águila amargo y denso.
A una le falta conocimiento, va y se compra libros viejitos y ajados sobre Corrientes. En las librerías de usados de Santa Fe, o la catarsis perfecta: pido prestado ese libro, que nunca es prestado ni dicho.
A una le falta cariño, va e histeriquea por msn. Se manda cagadas dignas de "I know" fionesco, o la catarsis perfecta: le toco timbre con ojos brillantes y el corazón tamborileando, y espero que entienda de una vez que no hay chance de que conozca otra como yo -still figuring out si eso es bueno o malo-.
Lo malo de reemplazar lo que uno realmente necesita es que los sustitutivos banales no llenan, no alcanzan. Se siente bien en el momento, pero después, en el fatal momento de introspección evaluativa, sabés deep down que no es lo mismo.
Y la cagada de hacerlo con respecto a sentimientos es que no es tan simple como ir a comprar un chocolate Águila, amargo y denso. No desnudo mi alma enfrente del señor kioskero, no se me cierra la garganta y tartamudeo cuando le pido cambio para el colectivo. No me mando cagadones sin solución certera al corto, mediano, not ever largo plazo. Pero claro, raging hormones, 21 años, la vida es una sola y hay que disfrutarla, quién te quita lo bailado y conceptos similares empujan al adolescente tardío común y móvil a dichos actos.
Llega un momento en que la impulsividad de la que tanto te jactás y vanagloriás se te antoja bastante pelotuda. Cerrar los ojos y hacer las cosas, sin reflexionar, sin pensar ni un poco, con el endeble justificativo de las ganas; no parece ser lo más adecuado para una persona que se piensa inteligente. And yet, there you go again. Mi libido y mi necesidad crítica de extirparme a este íncubo de unrequited love de la cabeza hacen que busque alicientes donde no debería. Y sí, tengo muy claro que no es el mejor lugar, que pudiendo elegir miles de destinos distintos, libres de problemas, me quedo con el que más cómoda estoy. Pero no es la solución, ¿verdad?
¿Desde cuándo es tan difícil satisfacer al corazón, viejo?
Tonight's song: Heat of the moment - Kevin Johansen. Best served with: Call it the heat of the moment / Call it the moment of truth / All I know is that I found myself / with you…
A una le falta conocimiento, va y se compra libros viejitos y ajados sobre Corrientes. En las librerías de usados de Santa Fe, o la catarsis perfecta: pido prestado ese libro, que nunca es prestado ni dicho.
A una le falta cariño, va e histeriquea por msn. Se manda cagadas dignas de "I know" fionesco, o la catarsis perfecta: le toco timbre con ojos brillantes y el corazón tamborileando, y espero que entienda de una vez que no hay chance de que conozca otra como yo -still figuring out si eso es bueno o malo-.
Lo malo de reemplazar lo que uno realmente necesita es que los sustitutivos banales no llenan, no alcanzan. Se siente bien en el momento, pero después, en el fatal momento de introspección evaluativa, sabés deep down que no es lo mismo.
Y la cagada de hacerlo con respecto a sentimientos es que no es tan simple como ir a comprar un chocolate Águila, amargo y denso. No desnudo mi alma enfrente del señor kioskero, no se me cierra la garganta y tartamudeo cuando le pido cambio para el colectivo. No me mando cagadones sin solución certera al corto, mediano, not ever largo plazo. Pero claro, raging hormones, 21 años, la vida es una sola y hay que disfrutarla, quién te quita lo bailado y conceptos similares empujan al adolescente tardío común y móvil a dichos actos.
Llega un momento en que la impulsividad de la que tanto te jactás y vanagloriás se te antoja bastante pelotuda. Cerrar los ojos y hacer las cosas, sin reflexionar, sin pensar ni un poco, con el endeble justificativo de las ganas; no parece ser lo más adecuado para una persona que se piensa inteligente. And yet, there you go again. Mi libido y mi necesidad crítica de extirparme a este íncubo de unrequited love de la cabeza hacen que busque alicientes donde no debería. Y sí, tengo muy claro que no es el mejor lugar, que pudiendo elegir miles de destinos distintos, libres de problemas, me quedo con el que más cómoda estoy. Pero no es la solución, ¿verdad?
¿Desde cuándo es tan difícil satisfacer al corazón, viejo?
Tonight's song: Heat of the moment - Kevin Johansen. Best served with: Call it the heat of the moment / Call it the moment of truth / All I know is that I found myself / with you…