In the blue of my oblivion. No sé qué demonios/cuernos/carajos quiero. No lo sé. En ningún ámbito de mi vida. Y otra vez Matías me dice que estoy rara.
Ayer, mareada y con náuseas, fantaseé repetidamente con el suicidio mientras miraba la calle desde un décimo piso. La poco original "Y si me tiro, quién me llora?" afloró en mi mente comunarda, a la que le encanta victimizarse. Hoy esperando el tren, lo mismo. "Y si me caigo, quién me llora?".

Qué raro, hacer tanto y sentirse tan vacía. Quizás con un puesto de manzanas acarameladas en alguna feria vacacional perdida sería mucho más feliz. La careta empieza a resquebrajarse, y no hay pegamento que la arregle, a esta altura del partido.

O, au contraire, tal vez no sea una careta. Tal vez soy yo la que me parto.

Tonight's song: Encantamiento inútil - Café Tacuba. Best served with: talones sucios del recital de Babasónicos, dolor en el pecho, la cabeza a mil y banana con dulce de leche.