Uno: cerré el blog, o al menos lo intenté, de pura idiota impulsiva que soy. Los que creen en la mentira del Zodíaco van a saltar "Eh sí, típica ariana". Yo lo atribuyo a cosas más profundas, como que estaba ovulando o que me pintó el bajón repentino y la estúpida introspectiva existencial que me hizo replantear "¿A quién le escribís, boluda?". No fue, repito, NO FUE (aaah el poder de las mayúsculas) by any means una jugada de popularidad. De hecho la queja viene por el lado que cada vez tengo menos control de lo que quiero expresar acá adentro. Clarito?

Dos: llegué al punto de mi vida en que no me molesta mentirle al taxista de turno que tengo novio y que no me paga el taxi porque ya me pagó la comida y el helado. Aún estoy decidiendo si eso es bueno o asquerosamente patético.

Tonight's song: Alarmala de tos - Café Tacuba. Best served with: Chau-mien y buscar la definición perfecta de felicidad.