La mayoría de las cosas presenta una equilibrada dualidad que nos permite transitar este arduo camino also known as vida. De hecho, si nos ponemos a pensar tan sólo un minuto, la vida no sería tal si no tuviera una contrapartida, la dedicada Parca (hay camperas que se llaman así, no?).
Entonces, todo lo que se encuentre en equilibrio tiene su pareja, su negativo -o positivo- su alter ego, su feroz enemigo, su atroz némesis, su Nicholas Cage. Ejemplos de ello hay millares, incontables, inconmensurables, tantos pero tantos que sólo me animo a esbozar uno: mis amígdalas.
Mis amígdalas no son entes separados. No son vecinas que no se saludan cuando la metida de la campanilla se corre. No. Mis amígdalas son almas gemelas, son Tristán e Isolda, Ladislao y Camila, Romeo y Julieta, Mariana y El señor invisible, e infinidad de amores similares. Por eso se buscan cada dos días, se inflaman y se acercan. Para besarse.

Ehh.. sí. Tengo amigdalitis otra vez.

Tonight's song: O Astronauta - Baden Powell. Best served with: cielo estrellado y jugo de compota de ciruelas helado.