Pero qué finde, seóras y seóres! Ni un respiro! El viernes, post reunión eterna en la facultad para pedir mejoras en la gestión de la carrera (somos como 150 alumnos y en dicho aquelarre habíamos sólo 12) corrí al recital de Kevin, el bomboncito angloargento más dulce. Muuuuuy bueno (aunque estuvo mejor el anterior). El sábado, muestra de teatro de Beth, toda preciosita vestidita de negro, bien tanguera. Simply touching. A la noche del sábado, y habiendo prometido ir derecho a la casa de Agus a dormir... fuimos al cumpleaños de Damián, compañero de la facultad, en LANÚS, also known as Donde el diablo perdió el poncho y similares. Mucho alcohol. Mucha pileta (otra vez... tengo que aprender que el cloro arruina la ropa de fiesta). Mucha gente. Mucho descontrol -nos fuimos justo, era seguro que se venían las trompadas de un momento a otro-. We had a moment, there, in the party, but it could hardly be considered as that, taking into account that stealing kisses is only for those who are coward enough not to create a mood and take them legally. De todas maneras, él es un niño grande y yo soy una alcohólica sin posibilidad de redención.

Ah, y no hice nada remotamente cultural/formativo/educativo/didáctico. Lentamente me deslizo hacia las profundidades del abismo bon-vivant.