miércoles, septiembre 24, 2003
RRRRIIIIING
6 de la matina y arriba. Las campanitas del despertador llegan hasta la base de mi cerebro y le pegan patadas histéricas.
Viaje hasta el baño. Abrir la canilla del agua caliente. Encontrar una cucaracha. Gritar. Matarla con la chancleta. Tirarla en el inodoro con una mortaja de papel higienico.
Palpar el agua: catorce grados bajo cero (no entiendo cómo no se congela en la tubería). Bueh, me peso: 62 kilos. Puta madre, no los voy a bajar más.
Listo, el agua está caliente. Atroden! Shampoo. Masajito capilar (mah que Schwanek!) y esponjita con sabonete cremoso. Crema enjuage y piedra pomez (a pedido de mi abuela).
Salir y morir de hipotermia, todo a la vez. El jean que me queda cómodo está húmedo. Me pongo el feo que me aprieta y me hace un culo de María Rosa Fugazot terrible. No llego a hacerme el desayuno. No llego a tomar el tren de menos diez, por lo cual viajo como estampita de la virgen desatanudos contra la puerta eléctrica.
Llego a la facultad. Llena de snobs infelices con aire en la cabeza y dólares en la cuenta de papi. Bajo a la cafetería y de repente...
It's gonna be a good day.
Viaje hasta el baño. Abrir la canilla del agua caliente. Encontrar una cucaracha. Gritar. Matarla con la chancleta. Tirarla en el inodoro con una mortaja de papel higienico.
Palpar el agua: catorce grados bajo cero (no entiendo cómo no se congela en la tubería). Bueh, me peso: 62 kilos. Puta madre, no los voy a bajar más.
Listo, el agua está caliente. Atroden! Shampoo. Masajito capilar (mah que Schwanek!) y esponjita con sabonete cremoso. Crema enjuage y piedra pomez (a pedido de mi abuela).
Salir y morir de hipotermia, todo a la vez. El jean que me queda cómodo está húmedo. Me pongo el feo que me aprieta y me hace un culo de María Rosa Fugazot terrible. No llego a hacerme el desayuno. No llego a tomar el tren de menos diez, por lo cual viajo como estampita de la virgen desatanudos contra la puerta eléctrica.
Llego a la facultad. Llena de snobs infelices con aire en la cabeza y dólares en la cuenta de papi. Bajo a la cafetería y de repente...
It's gonna be a good day.