lunes, septiembre 08, 2003
Aunque a nadie le importe
Y bajo riesgo de hacer de éste un espacio referencialmente autobiográfico, tengo que comentar que mi profesor de Derecho de las Comunicaciones es el abogaducho más profesionalmente frustrado que conozco. Tipejo patético, sin aspiraciones más que alardear de su amplio vocabulario jurídico, que no hace más que repetir el mismo simple concepto de catorce maneras diferentes, que es pelado y tiene cara de huevo, NO TE SOPORTO. ESTÁS HACIENDO QUE ODIE IR A LA FACULTAD, ESTÁS HACIENDO QUE ODIE PARTICIPAR EN CLASE, ESTÁS HACIENDO QUE ME PONGA A AVERIGUAR TU DIRECCIÓN Y TE PLANTE UNA MOLOTOV.
Así que.... cuidate, Marito.
Así que.... cuidate, Marito.
